En el año 2030, la
fuerza
laboral mundial habrá crecido en más de un 50% y las economías en vías de
desarrollo serán las más activas en este tema. En 20 años, esas regiones
registrarán un crecimiento de 931 millones de trabajadores, equivalente a un
24%, de acuerdo con un estudio de la firma de reclutamiento Hays y Oxford
Economics.
En
las
economías emergentes el
incremento económico será una constante, y para sostener ese desarrollo hay que
invertir en creación de talentos. Especialistas advierten que en este tema hay
un desafío: volumen contra
calidad
del talento, es decir, actualmente hay un gran número de personas buscando
trabajo, pero el talento no está a la altura de lo que buscan las empresas.
Datos del Fondo
Monetario Internacional refieren que el incremento económico mundial no ha sido
lo suficientemente activo para producir un cambio en las elevadas tasas de
desempleo, lo que se traduce en 205 millones de personas sin encontrar trabajo.
De acuerdo con Hays,
los países desarrollados seguirán teniendo una ventaja competitiva sobre las
naciones en vías de desarrollo en sectores de alto valor añadido, como el área
farmacéutica, espacio aéreo y servicios financieros.
En
cuestión de
trabajos, un cambio se
hará evidente: las ocupaciones altamente o poco calificadas en el mercado
laboral aumentarán en términos de empleos y salarios, pero disminuirán los
trabajadores semi-calificados.
¿A qué otros retos
se enfrentan los países con economía emergente como México? Los analistas
Madeline Laurano, directora de investigación de la empresa Aberdeen; Gerry
Crispin, fundador de la compañía CareerXroads; Rajesh Ranjan, vicepresidente de
la consultora Everest Research; Al Grimaldi, representante de la empresa ISG; y
Gary Bragar, director de recursos humanos de la firma NelsonHall (todos
participantes del foro Analyst Day, de Manpower), señalan que el mercado
laboral tiene las siguientes tendencias:
1. Educación y realidad del mercado. Aunque
existe un gran número de egresados de las universidades (en México son más de
380,000 cada año, según datos de la subsecretaría de Educación Superior), la
realidad es que no están listos para desempeñarse en el mercado laboral.
Reto. La
herramienta para resolver esa brecha entre lo que las instituciones educativas
forman y aquello que demandan las empresas se llama alianza. Los analistas
señalan que es necesaria una colaboración más estrecha entre universidades,
Gobierno y sector privado. Una opción es que las compañías participen en la
creación o ajustes de los programas de estudio, y así los estudiantes tengan
más herramientas que necesitarán al concluir
la carrera.
2. Empleados
contratados... y satisfechos. La población productiva
cada vez envejece más, especialmente en Europa donde una quinta parte de los
trabajadores tendrán entre 55-64 años de edad para el 2030. Estos trabajadores
de edad avanzada presentan distintas características que es necesario tener en
consideración. Las empresas deben enfocarse a aprender cómo manejar y
administrar mejor el talento, según sus edades e intereses.
Reto. Una
palabra ‘clave' en las empresas es "expectativa"; cada grupo
generacional tienen una inquietud diferente al ser contratado, y hay que estar
al pendiente de cómo desarrollar el interés de cada persona, a fin de retenerlo
en la organización. Si no se logra esa dinámica, la empresa puede irse preparando
para que, tarde o temprano, el empleado se deslinde de sus responsabilidades y
quiera renunciar.
3. Jefes al pendiente. Generar
esquemas para recompensar al talento es importante, y lo es más que esas
iniciativas sean promovidas por los jefes inmediatos, pues de acuerdo con los
analistas, un factor de peso para permanecer en una organización es sentirse
satisfecho con los superiores.
Reto. Tener
a trabajadores más "felices" que encuentren un vínculo o ‘razón' de
ser con lo que hacen, es la constante. Aquí el ‘salario emocional' juega un
papel primordial, sobre todo en las organizaciones donde la crisis económica
los ha limitado en su posibilidad de propiciar aumentos de sueldos. Las
compañías necesitan invertir en el employer
branding,esto implica hacer un desarrollo de marca como empleador, es
decir, generar una identidad para que el grupo sea percibido como un lugar
excelente para trabajar. Las firmas deoutsourcing pueden ayudar a definir a la
organización los valores a partir de los cuales trabajar esa imagen, por
ejemplo, si promueve la educación física entre los empleados, o la
diversidad.
4. Confiar en el equipo. Un
‘sentimiento' que ha crecido en los trabajadores, sobre todo entre los jóvenes,
es que el sueldo no lo es todo. Quieren flexibilidad, mejores condiciones de
trabajo, prestaciones, un plan de jubilación. Aunque también buscan prácticas
muy básicas, como ser escuchados.
Reto. Empresas:
los trabajadores deben tener la oportunidad de decir lo que piensan y
desarrollar un liderazgo personal, si se mueven en un modelo restrictivo el
resultado inmediato es la pérdida de empleados. Otro regla es personalizar y
adaptar las situaciones de reclutamiento y desarrollo de personal a las
características del empleado. Una propuesta es segmentar las estrategias por
edades de los trabajadores, no es lo mismo la ‘generación X', que busca más
oportunidades de trabajo en equipo o mayor involucramiento en prácticas de
responsabilidad social corporativa, al
‘Baby
Boomer', cuyo principal interés se centra en producir y producir.
5. Universidades, un paso
adelante. Trabajar en reestructurar
programas de estudio será vital para tener a egresados más entrenados en las
necesidades del mercado laboral. Actualmente, las instituciones educativas se
están moviendo muy ‘rápido' en el tema porque están en comunicación no sólo con
los requerimientos de su país, sino también con lo que sucede en todo el mundo.
Para que la ecuación "universidad= estudiantes contratados" funcione
debe intervenir la empresa.
Reto. Los empleadores pueden reunirse con
las escuelas cada semestre para que organizaciones y docentes estén conscientes
de qué talento se busca. Esto implica una planificación de cuatro años, así las
generaciones sabrán qué especialidades cursar o qué herramientas desarrollar
para ser contratado.